El nuevo escenario de la profesión del periodista

Un tema clave a continuación para el desarrollo del informe es el nuevo escenario al que deben enfrentarse los periodistas. Al encontrarse con el impacto de las nuevas formas de hacer periodismo, los periodistas han tenido que adaptarse y adaptar su trabajo de raíz a estas nuevas herramientas y formas de narrar la información. Atravesadas por la inmediatez y por la capacidad de informar en vivo y en directo se ha revolucionado de manera profunda el mundo periodístico.

Se enfrentan a amenazas que en un pasado eran inimaginables, por ejemplo, la amenaza que representan las fake news (noticias falsas), las redes sociales están activas las 24 horas  del día y si hay algo que las caracteriza es el constante flujo de información que circula a través de ellas constantemente. Facebook, Twitter, Instagram, todos son claros ejemplos de esto. El problema aparece cuando observamos el impacto que puede causar la manipulación de las noticias en la “post verdad”. Esto quiere decir que en las redes sociales no existe ningún requisito de chequeo previo a la hora de publicar una información, cualquiera sea, errónea, imprecisa, real, falsa, cuenta con la posibilidad de ser publicada al igual que el resto de la información la cual, por ejemplo, publicarían periodistas, científicos e investigadores después de haber realizado un largo proceso de verificación y haber invertido horas de trabajo en un producto noticioso final. Las Fake News imponen su información como verdadera a fuerza de penetración y reiteración en las redes sociales. Al existir tanta y tan variada información en constante actualización, se genera confusión y, en consecuencia, el periodismo pierde el rumbo y se va contaminado con este flujo constante de datos.

Nos interesa apuntar aquí la renovación del rol del periodista como así también de instituciones claves de la vida humana tales como la escuela o la familia. Tomando las palabras de Jesús Martín Barbero, la reconfiguración del papel del periodista tiene que ver con transformarse y poder afianzarse como un individuo capaz de seleccionar de toda esa información que circula, la más fidedigna. Afirma el autor que “hay que preguntarse cómo se informa la gente, en qué géneros, por dónde circula lo que saben, qué de lo que pasa por los medios les interesa.” La verdad es que hoy tenemos mucha información pero no entendemos nada, dice Barbero. Es necesario que el nuevo periodismo provea:

• Relatos para comprender lo que estamos viviendo/pasando: relatos de lo memorable, del recuerdo; relatos de seguimiento más allá de los destellos: no se requiere nostalgia, sino memoria.
• Análisis y contextualizaciones históricas y sociales más que entrevistas al poder y espontaneismos explicativos.
• Educación en el debate de las ideas y las ciudadanías, que no se apele al insulto y el odio como modo de argumentación. Sin debate no hay aprendizaje.
• Sentido crítico e investigación profunda.

Muchos desafíos se presentan para los periodistas en la actualidad, entre ellos el desafío de poseer nuevas habilidades y competencias para ejercer la labor periodística en tiempos de tecnología: las nuevas formas de lectura, centrada en los smartphones, la velocidad, la simultaneidad.